Un estudio realizado por la asociación ConArtritis
revela el impacto de la enfermedad en el día a día de los pacientes, con motivo
del Día Mundial de la Psoriasis y la Artritis Psoriásica que se celebra
el pasado sábado 29 de octubre

"La mitad de las personas con artritis psoriásica
tienen dificultades para realizar actividades cotidianas, como vestirse,
ducharse o conducir"
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El estudio “Calidad
de vida e impacto laboral en pacientes con artritis psoriásica” muestra
cómo la artritis psoriásica (APs) interfiere en la vida personal de los
pacientes, y refleja el impacto de esta dolencia en su calidad de vida, en su
trabajo y en la realización de actividades cotidianas.
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8 de cada 10
pacientes no se olvidan de la enfermedad aunque no tengan brotes, según el estudio. Se
estima que en España hasta 300.000 personas podrían padecer artritis
psoriásica, una enfermedad que provoca inflamación y dolor en las
articulaciones, y que se presenta en aproximadamente el 30% de las personas que
padecen psoriasis.
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Debido a los
síntomas de la APs, la mayoría de los pacientes encuestados ha tenido que modificar
la forma en la que realiza actividades de la vida cotidiana, como coger objetos
(70%), subir y bajar escaleras (75%), conducir (56%), cocinar (66%), lavarse
los dientes (35%), o usar dispositivos electrónicos (53%).
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El estudio
pone de manifiesto la incomprensión que sufren algunos pacientes por
parte de compañeros de profesión cuando no pueden realizar determinadas tareas.
Además, el 39% de los entrevistados ha sufrido un aumento del nivel de
estrés en su trabajo debido a la enfermedad, el 27% ha incrementado el
número de días de baja laboral, y el 28% ha disminuido su rendimiento en
el trabajo.
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El ocio y las relaciones sexuales
de 3 de cada 10 pacientes también se ven afectados por la enfermedad. A
esto se suma el impacto económico, ya que para dos de cada cinco personas
con APs su economía ha empeorado a causa de las inversiones
(fisioterapeutas, plantillas o calzado especial) que han tenido que realizar.
Vestirse, ducharse, lavarse los dientes, conducir… son actividades diarias que muchas personas con artritis psoriásica (APs) no pueden hacer con normalidad debido al dolor y a la inflamación que sufren en las articulaciones. La APs es una enfermedad crónica que no sólo afecta a la calidad de vida de quien la padece, sino también a sus relaciones personales, a su trabajo y a su economía. De ahí que 8 de cada 10 pacientes no logre olvidarse de su enfermedad aunque esté controlada y no tenga brotes.
Así lo pone de manifiesto el estudio “Calidad de
vida e impacto laboral en pacientes con artritis psoriásica” que ha sido elaborado
por la asociación de pacientes Coordinadora Nacional de Artritis (ConArtritis),
con el apoyo de Celgene, y que revela el importante impacto de esta patología
en la vida de las personas que la sufren. Este informe se da a conocer con
motivo de la celebración del Día Mundial de la Psoriasis y la Artritis
Psoriásica, que se celebra el próximo sábado 29 de octubre.
Según Antonio Torralba, presidente de ConArtritis, “cerca del 80% de las personas no se olvida de la
enfermedad aunque no tenga brotes, lo que significa que tienen interiorizado
que forma parte de su vida diaria”. El presidente de ConArtritis explica que esta cifra
es tan alta debido, entre otras cosas, a que “una gran proporción de
pacientes sufren un alto y negativo impacto en la realización de las
actividades cotidianas debido a la enfermedad”, y a que “el 30% se han
visto afectados por el cambio de actitud de la gente al saber que padecen
artritis psoriásica”.
Los diferentes síntomas de la enfermedad afectan de
distinta manera en cada ámbito de la vida de los pacientes. “Por ejemplo, el
cansancio y la ansiedad que origina la enfermedad impacta en su vida laboral;
el dolor, la rigidez y los problemas de movilidad interfieren en la realización
de la tareas físicas diarias; mientras que la afectación cutánea es el síntoma
que más altera las relaciones personales y la vida social”, explica Antonio
Torralba.
La artritis psoriásica es una enfermedad reumática que
se presenta en aproximadamente el 30% de las personas que padecen psoriasis. Se
caracteriza por la inflamación de las articulaciones, tendones y ligamentos, y
sus principales síntomas son dolor, hinchazón, dificultad de movimiento,
afecciones cutáneas y, con el tiempo, posibilidad de deformación. Se trata de
una enfermedad crónica de causa desconocida, que afecta por igual a hombres y
mujeres de entre 30 y 50 años de edad. Evoluciona de manera irregular a lo
largo de la vida, alternando épocas de inactividad con otras de inflamación y
dolor.
Impacto de la artritis psoriásica en las actividades
cotidianas
El estudio, llevado a cabo a partir de 154 entrevistas
realizadas a pacientes con artritis psoriásica mayores de 18 años, revela el
impacto negativo que la enfermedad tiene en el día a día de los pacientes.
Vestirse y desvestirse es la actividad diaria
relacionada con el aseo personal que con más frecuencia los pacientes con APs
modifican (52%) debido a los síntomas de su enfermedad. Le siguen
ducharse o bañarse (49%), peinarse (42%), maquillarse (39%) o lavarse los
dientes (35%).
A 8 de cada 10 personas les afecta la artritis
psoriásica a la hora de realizar la limpieza del hogar. Hacer la compra (77%),
coger y mover objetos (70%), cocinar (66%) o usar dispositivos electrónicos
como los móviles (53%), son otras actividades cotidianas que los pacientes no
pueden hacer igual que antes de padecer la dolencia.
Además, el 31% de las personas con APs ha tenido que
modificar su forma de realizar actividades de ocio, uno de los factores que más
afecta psicológicamente. Las relaciones sexuales se ven también alteradas en un
28% de los casos, así como la relación con amigos y familiares (27%).
Impacto laboral de la artritis psoriásica
La APs es una enfermedad que puede afectar al ámbito
laboral. Este estudio revela la incomprensión que sufre el 14% de los pacientes
por parte de compañeros de profesión, que en algún momento han creído que los
afectados por APs no quieren realizar determinadas actividades o tareas, cuando
en realidad han tenido impedimentos a causa de la enfermedad. Además, el 39% de
los entrevistados ha sufrido un aumento del nivel de estrés en su trabajo, el
27% ha tenido que solicitar un mayor número de días de baja laboral, y el 28%
ha disminuido su rendimiento en el trabajo.
“La patología también impacta negativamente en su
situación económica por las necesidades de acudir a un fisioterapeuta privado,
usar plantillas o calzado especial y comprar medicamentos o cremas no financiados
por la seguridad social”, indica Antonio Torralba. A este respecto, más de
la mitad de los pacientes (55%) piensan que la APs ha tenido un impacto
económico significativo en su vida y, para 2 de cada 5, su economía ha
empeorado a causa de las inversiones realizadas.
Percepción del paciente sobre su enfermedad
Según el estudio, la principal preocupación de las
personas con APs respecto a su enfermedad, es cómo ésta afecta a las
articulaciones (60,4%), seguido de la afectación conjunta de las articulaciones
y la piel (37%). A pesar de estos datos, 6 de cada 10 pacientes se muestran
optimistas en relación al futuro de su enfermedad.
Respecto al diagnóstico, en la mayoría de las
ocasiones (85%) es el reumatólogo quien lo determina, frente al 12% de dermatólogos.
También las revisiones son realizadas en su gran mayoría por los reumatólogos
(83%) frente al 19% de los dermatólogos. Los pacientes valoran con una media de
6 puntos sobre 10 la comodidad de ser atendidos por varios especialistas para
las revisiones.
El diagnóstico de la APs es en ocasiones complicado,
ya que no existen características clínicas exclusivas que la determinen,
especialmente en aquellos casos en los que la artritis aparece antes que la
psoriasis. Cuando esto ocurre, es frecuente confundirlo con otras patologías
reumáticas.
El 91,6% de los pacientes con APs se encuentra
actualmente recibiendo tratamiento farmacológico. De ellos, alrededor de 7 de
cada 10 se toman siempre el tratamiento, en todas las situaciones, siguiendo
las instrucciones de su médico (independientemente de si su enfermedad está
controlada, o de si varían sus rutinas, como en vacaciones). Tan solo un 16% se
olvida alguna vez de tomarse su dosis de tratamiento.
Solo 3 de cada 10 personas con APs están inscritas en
asociaciones de pacientes. Las principales demandas de los pacientes a estas
entidades son la información sobre la enfermedad, las ayudas económicas y los
servicios o actividades que organizan.